Se buscan fuentes anteriores-de otras
investigaciones-, tanto primarias como secundarias, se comparan y se
enlazan. Se buscan similitudes con el presente para ver a lo que ha
dado lugar a raíz de ese punto en concreto que estamos estudiando.
A medida que el investigador destruye
lo que ya nunca volverá a ser el mismo encubierto, debe ir
conservando, mediante fotos, lo que ningún privilegiado más podrá
ver, salvo los que llevan acabo dicha investigación. ¿Para qué? No
sólo se conserva gran parte de la información sino que se puede
estudiar mejor ese descubrimiento.
Por ello se tiene que documentar la
investigación mediante fotos, dibujos, fechación de objetos,
calcos... Se buscan parámetros, es decir, paralelismos con otros
hallazgos. Se clasifican todos los materiales encontrados y se hace
un inventario(donde se encontraron, medidas, croquis...). Con la
cerámica se pueden hacer dataciones y reconstrucciones, que dan
mayor información de la época o período.
Se usa la planimetría y topografía del
yacimiento para documentar el lugar(saber niveles, posición
exacta...). Un estudio exhaustivo del lugar para saber el método de
tratación. Y por último una restauración para que la información,
el lugar y todo lo que podamos sacar en claro quede documentado y
pueda hacer frente al olvido que conlleva el paso de los años.